Casi todos los aparatos vuelven a funcionar si los desconectamos y los volvemos a conectar, ¿te has planteado alguna vez hacer eso contigo mismo?
La importancia de parar
PARAR es un excelente ejercicio para cultivar hábitos positivos, encontrar calma dentro de nuestro día y atender nuestras actividades con una mente más clara, enfocada y abierta.
Cada uno tiene que decidir en cada momento cuál va a ser su forma de “parar”.
Para algunos será dormir, para otros meditar, para muchos viajar, para los más (¿o para los menos?) “no hacer nada”.
Lo importante es poder escucharnos y decidir conectar con nosotros mismos para así poder desconectar de la rutina.
¡Recuerda parar!
Un acróstico (*), que nos puede ayudar a hacerlo de una manera más consciente sería el siguiente:
P-Para: Haz una pausa en tus actividades.
A-Atiende: Al momento presente, a lo que te rodea y sobre todo a tu estado mental. Nota dónde está tu atención.
R-Recuerda: Cuáles son tus metas, lo que deseas lograr, la persona en que te quieres convertir. Trae estas intenciones a tu mente.
A- Aplica: Ahora que ya tienes en tu mente esas metas, actitudes y valores, aplícalos. Si tienes la intención de ser más amable tómate un minuto para hacer algo bueno por alguien. Si te gustaría cultivar hábitos más sanos en tu cuerpo, levántate y toma un vaso de agua. Si quieres llegar a la Universidad el año que viene planifica tus exámenes de este último trimestre. El objetivo de esta práctica es que puedas llevar a cabo una pequeña acción que te recuerde lo que buscas alcanzar.
R-Regresa: Vuelve a tus actividades y busca incorporar la intención en cada una de ellas. Lo importante es que recuerdes tu intención con pequeños pasos y así te vayas acercando a tu meta de una forma consciente.
¿Cuándo paro?
Si ya tienes tus metas claras y tu plan de acción, no hace falta esperar a fines de semana o vacaciones para tomarte un respiro. Si tienes tu jornada planificada, seguro que puedes hacerle un hueco a esa pausa para reconectarte.
Último trimestre del curso
Quedan 20 días para las vacaciones de Semana Santa.
¿Y si las aprovecho para darme ese largo respiro?
¡¡¡Si!!!.
Pero antes vamos a probar algo nuevo a la hora de enfrentarnos a la recta final del curso. El Método Pascal.
Nuestro consejo
Dedica 20 horas de tus vacaciones de esta Semana Santa a aprender a estudiar.
Descansa y conecta el resto de los días.
Vuelve a clase a “comerte” el último trimestre.
Lo que vas a aprender en estas 20 horas te servirá para planificar tú día, tu tiempo de estudio, tus exámenes, tú tiempo de ocio y hasta ese momento tan importante para darte un respiro y conectarte, desconectando.
Y lo más importante te será útil el resto de tu vida.
*Fuentes: Medium.com, Fernando Orta